La columna
POR CARLOS JARAMILLO VELA
· Agotamiento del agua, cada vez mas amenazante.
· Las exitosas campañas inconstitucionales del presidente.
Varios estados y municipios en México padecen falta de agua, circunstancia que constituye una alerta para el crecimiento demográfico, así como para el desarrollo urbano e industrial, en fin, para el desarrollo social y económico. En el país las políticas hídricas no han sido óptimamente manejadas, pues puede decirse que la falta de previsión ha sido el común denominador respecto al tema. Hoy la Ciudad de México vive un momento crucial ante el eventual abatimiento del Sistema Cutzamala que abastece a la capital nacional. Al parecer al Sistema Cutzamala le quedan reservas para ocho meses, por lo que de no llover lo suficiente para la recarga natural de ese acuífero la legendaria Ciudad de México entrará en crisis.
En el Estado de Chihuahua las condiciones no son óptimas, pues desde hace años se padece un problema cada vez de mayor precariedad en el suministro. Además de la inexistencia de estrategias eficaces y de largo plazo por parte de la Comisión Nacional del Agua, en esta dependencia federal han sido proverbiales las acusaciones de corrupción en el otorgamiento de autorizaciones para perforación de pozos, lo que ha generado sonadas quejas y conflictos. Hoy la escasez del agua en México pone al descubierto la incapacidad técnica y la deshonestidad que ha habido a nivel federal en el manejo de este valioso recurso natural, lo que constituye una amenaza para el futuro nacional.
El proyecto electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador continua desarrollándose con éxito, es decir, conforme a lo previsto por él, no obstante la ausencia de ética y la inconstitucionalidad que lo caracterizan. Hoy en todas las encuestas político-electorales y los medios de comunicación se habla reiteradamente de Claudia (Sheinbaum) Marcelo (Ebrard) y Adán Augusto (López).
La estrategia del mandatario fue perfecta maquiavélicamente, pues haciendo gala del adagio que afirma que el fin justifica los medios, el presidente López Obrador desacatando los principios éticos y las normas constitucionales que constriñen su actuación echó a andar desde hace dos años las campañas de sus famosas ”corcholatas”, no obstante el evidente peculado electoral y ejercicio indebido del servicio público que ello implique. Hoy, los tres favoritos de López Obrador se hallan sólidamente posicionados y haciendo campaña por todo el territorio del país sin importarles que ello esté legalmente prohibido.